lunes, 21 de julio de 2014

Critica : Heli , de Amat Escalante. y "Gloria" de Sebastian Leilo.

Por: Gisella Gastiaburú Barthé

La historia de un joven trabajador mexicano atrapado de repente en un enredo con varios kilos de cocaína de por medio tiene sí momentos que de tan logrados destacan de más entre el resto de la narración. Sin embargo, hay que resaltar que esos momentos son aquellos en los que los ya escasos diálogos de esta película son prácticamente inexistentes, aquellos en los que la fotografía (o los acentos visuales de la cámara de Lorenzo Hagerman) nos desatascan de las actuaciones típicamente estáticas y que hacen parecer erráticos a los actores de Escalante.  El impacto visual antes que generar reflexión que, por otro lado, choca de frente con la invalidez emocional de sus personajes que, a manera de remate, deja marca con esa eterna mirada al horizonte (incluso en interiores) con que Escalante castiga siempre a sus personajes. 

El impacto visual antes que generar reflexión que, por otro lado, choca de frente con la invalidez emocional de sus personajes que, a manera de remate, deja marca con esa eterna mirada al horizonte (incluso en interiores) con que Escalante castiga siempre a sus personajes. La historia está ahí, la narrativa cinematográfica se hace presente a veces de manera interesante, pero justo por la invalidez emocional mencionada es que al final de Heli, cuando el enredo se encuentra en su momento más candente, Escalante suelta a su protagónico y lo hunde en un mar de reflexiones frente al televisor que podrían ser interpretados (junto con la famosa escena de la tortura) como metáforas mal desarrolladas o demasiado sutiles para dejar, ahora sí claro, su punto de vista. “Esclavo y amo” es el tema de la película en voz de los pasteles verdes (grupo peruano) tono  pop casi tétrico Sin embargo, después del final desorientado de Heli, la canción define esos dos trozos de la película, el certero, interesante y doloroso planteamiento, contra un desenlace que personalmente no encaja, que se dispersa en ese horizonte gris en que Escalante acomoda a sus personajes maltratados.

GLORIA: 

Es una película dirigida por Sebastían Leilo , cuenta la historia de Gloria una mujer de 58 años solitaria que sus hijos ya crecieron y ella intenta vivir las noches vacias buscando algún amor pasajero que compense su soledad. Es ahí que conoce a Rodolfo un hombre de 65 años con quien vivirá un intenso romance, pero se complica con la sofocante relación que mantiene este con sus hijas y ex mujer. Es asi q ue Gloria tiene que recontruir su entrada a los 60 años. Hablar de Gloria, es referirse a la nueva heroína de una generación revolucionaria; pero a la vez callada ambigüedad pero real: Gloria nos muestra una soledad que complace, nada es gratuito en esta película.   Es la puesta en escena de la complejidad de los afectos y las emociones entramadas en ellos; en la discusión intelectual, en el lenguaje cinematográfico, en la belleza de las imágenes. Planos cuidadísimos que, sin llegar a evidenciar un formalismo de texto, están grácilmente integrados al mundo de la protagonista y su historia.

 La película se desenvuelve en imágenes que son extensiones de Gloria: colores, olores, revelaciones de los detalles que significan todo. Bajo la mirada de Gloria crecer no tiene límites, y el viaje sobre las inseguridades e inconsistencias vitales trasciende toda juventud física. el secreto de Gloria sea esa revitalización del viejo proceso de identificación. Sebastián Lelio nos presenta un personaje con aristas, con profundidad y textura, al que le creemos, con el que queremos luchar, por el que podemos llorar.  Un personaje femenino que nos mira de frente, sin envoltorios de fantasioso misterio. Hay aquí un carácter memorable del que luego de la película, en la calle, podemos acordarnos como si fuera una amiga/madre real. El final de la película con música de Gloria y su baile solitaro entre la multitud de la gente en esa fiesta resume el film intensamente inolvidable.





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