domingo, 20 de julio de 2014

Critica de Jersey Boys: Persiguiendo la Música

Por: Gisella Barthè.

El regreso de Clinto Eastwood no podría ser mejor que una nostalgia varonil absoluta, nos trae este film que llega de la adaptación de la obra de Broadway, Jersey Boys, el gran Eastwood persiguió su musical y nos complació con su puesta en escena. Jersey Boys: Persiguiendo la Música, cuenta la historia de la banda The Four Seasons, y su vocalista singular Frankie Valli.  Que en la película se hablen directa y sucesivamente a cámara, amerita un cierto grado de modernidad narrativa. Pero es mínimo, en términos de rupturas formales. No, nada de eso: JERSEY BOYS es una película, digamos, normal. Con esa seguridad narrativa a la que nos tiene acostumbrado nos cuenta la historia de estos amigos de New Jersey que luego de muchos años llegaron al éxito comercial para luego rápidamente pelearse y separarse.

 A Clint Eastwood se lo nota menos eficaz en Jersey Boys: Persiguiendo la Música que en sus mejores obras. Eastwood siente amor por el cine, algo que también profesa por la música. Quizás se pone en juego demasiado su parsimonia narrativa, donde por momentos se desencanta por cierta obviedad y falta de crudeza. Pero aún así, se trasluce su profunda pasión, principalmente en los pasajes musicales. La primera reunión de la banda, cuando se integra Bob Gaudio (compositor de la banda), es mágica. Se logra transmitir la magnitud de un hecho trascendental. Otro momento, quizás el más bello de toda la película, es cuando Frankie tiene su regreso musical luego de un triste acontecimiento en su vida. La interpretación de la canción “Can´t Take My Eyes Off You”, es de una carga emotiva fulminante, merito de Eastwood y de John Lloyd Young como Frankie Valli.


Reemplazando los escenarios por sets de filmación que se hacen evidentes –lo mismo que los excesivos maquillajes y las actuaciones/acentos excesivamente ampulosos–, dejando casi de lado cualquier contacto profundo con la realidad –lo que pasa afuera de la interna del grupo apenas se sugiere y tampoco se muestra una cronología clara y desdramatizando las situaciones de una manera que solo Eastwood puede hacerlo, JERSEY BOYS,  una película atonal sin cambios de ritmo, ni narrativos, quizás un musical sutilmente desafinado termina siendo una película inusualmente verdadera.










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