AL FILO DE LO ABSURDO
La historia era simple, la policía esta pasando por una
crisis, el cartel de drogas mas sanguinario de Lima les esta ganando la guerra,
y fiel al estilo de los magníficos, con el respeto que se merece esta serie
emblemática de los 80. El comandante Ayala (Fernando Vásquez) de actuación
aceptable, decide convocar a dos ex convictos; Renato Rossini y Julián Legaspi,
quienes tendrán la misión de infiltrarse en la mafia y desbaratarla.
Lo único que se les pedía a los hermanos Hugo y Juan Carlos
Flores, noveles directores, era una
película de acción creíble, y se dio todo lo contrario. Al filo de la ley, propone
ser un film de acción y carece de lo principal que se pide en un film de
acción- el ritmo- desde el inicio parece un sketch de la banda del choclito (con
el respeto que se merecen, estos personajes célebres del programa televisivo
Risas y salsa).
Con un guión
primario, sin giros, sin matices, falto total de nivel de verdad, se narra una historia tan inverosímil que
causa risa. El machismo llevado al máximo esplendor, hacen ver a las mujeres como objetos banales,
carnales, de venta al por mayor. Provocativas chicas bien apretadas, trabajan
como “mecánicas de autos” en diminutos
shorts, y tocan electro-pop con un dj corpulento, todos a la merced de Rossini
y Legaspi. Un montaje lleno de faltas de
continuidad, en imagen, sonido, vacios totales en la narrativa. Y unas
actuaciones desbordadas con una carencia absoluta de dirección de actores.
Y después de una hora de película, aparece el personaje
mediático esperado: “la gata” (Milett Figueroa), que al igual que las otras
chicas, su único aporte fue mostrar sus encantos corporales, en diminutas
prendas, por cinco minutos.
Pero el que se llevo las palmas a la burla del film, es la
explosión de una camioneta, que parecía los efectos de un programa de Video Toaster
4000. (Programa de edición de los 90).
Al filo de la ley buscaba apuntar al público, con un cine de
acción comercial; es valido, lo que es inadmisible es estafar al espectador, y
eso es Al filo de la ley una estafa cinematográfica.
Gisella Barthé
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