Texto de OLEG Y
LAS RARAS ARTES, de Andrés Duque
Oleg
Karavaychuk fué un pianista de unos 89 años, era soviético, fue un pianista
celebre y a la vez prohibido, en la década de los 80 su nombre vuelve a salir a
la luz, este personaje extravagante, con talento fuera de serie, por no decir excepcional,
su vida paso desde la época de Stalin, y contándonos anécdotas como tener como
vecino a Tarkoski, su pasión por el Museo Hermitage de San Petersburgo, donde
toco muchos años piano, con una maestría sin límites, en la hora de exposición
fílmica, brota un hombre andrógeno con una vitalidad lúdica, puede pasar de
nota en nota hasta hacerte vibra y escarapelar los sentidos. Sus burlas a
la música clásica cómoda, su toques, su personalidad desbordante, hacen ver este filme de 70 minutos en una pieza volatil e inolvidable.
Él no es un simple pianista, es un intérprete personal, aporrea las teclas con tan virilidad, pasando raudamente a tonadas armoniosas, improvisa, siendo la cámara solo un instrumento más que captura momentos, silencios, brillos, sonidos, todo en base a planos largos.
Texto de CEMETERY OF SPLENDOUR de Apichatpong Weerasethakul.
Cemetery of Splendour, es una película que hipnotiza los
sentidos, te transporta a lo fantástico, la puesta en escena se compone de
soldado durmientes, espíritus, mujeres fieles acompañantes que aparentan ser
normales, fuentes de colores que procuran paz al sueño de los durmientes y
almas perdidas que hablan a través de médiums.
Apichatpong Weerasethakul compone una atmósfera de
ensueños, utiliza elementos fantásticos, vuelve a la pequeña localidad donde
vivió los primeros años de su vida, su narrativa juega entre la muerte,
enfermedad y convalecencia. Aquí se narra como una mujer se pone en contacto
con varios soldados postrados a una cama por una extraña enfermedad del sueño,
creando un contacto especial que desencadena a su vez, escenas oníricas.
La extraña belleza que empieza a transmitir el filme en
el espectador, logra sumirlo en un profundo transe, donde la necesidad de
comprender no es lo primordial.
En la búsqueda de una perspectiva visual, el uso del
color es decisiva, los personajes experimentan sentimientos ambiguos, es un
artesano en crear diversas formas narrativas, es un director que le interesa
que el relato de la vida sea transparente.
Cemetery of Splendour es un territorio mágico, que no
influye en su significado, es una película de una sencillez profunda que encierra
diversas respuestas, aquí lo mágico no asombra, sino te acompaña.
Gisella Barthé
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