Por: Gisella G.Barthè.
Recuerdo que al ver Paraíso, opera prima de ficción de Héctor Gálvez, lo que más me impresionó fue esa sinceridad visual que quiso transmitir sobre un mundo de jóvenes marginales.En NN, su segundo largo, se narra el punto de vista de un grupo de antropólogos forenses que, de la mano de Paul Vega, descubren el cadáver de un hombre en una fosa clandestina, y donde solo se encuentra una fotografía de una mujer. De ahí empezaría esta historia fantasmal, de búsquedas, que me transmitiría falsedad, todo lo contrario a Paraíso. Aunque cabe rescatar que en los primeros 10 minutos de película se creaba una atmósfera sensible, respetuosa, rodeada de intriga, que penosamente se va dispersando como un globo sin gas en la inmensidad visual.NN se muestra por demás pretenciosa, podría afirmar que es la primera película nacional híbrida narrativamente.


NN significa sin identidad, no identificable. En una época en el Perú existieron muchos NN, por problemas de índole político social. Quizás Gálvez quería reestructurar su documental codirigido Lucanamarca, finalmente solo pude percibir una película arrítmica y vacía.
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